Nrsimha-chaturdasi, es el día de la divina aparición de la encarnación mitad león mitad hombre del Señor Krishna,
quien elimina todos los obstáculos en el camino del servicio devocional debido a su gran compasión.
Se realiza Ayuno hasta el crepúsculo
quien elimina todos los obstáculos en el camino del servicio devocional debido a su gran compasión.
Se realiza Ayuno hasta el crepúsculo
La
encarnación mitad hombre mitad león, hace su advenimiento en Satya-yuga, para proteger a su
devoto Prahlada Maharaja y aniquilar al demonio Hiranyakasipu.
Hiranyaksa fue muerto por la encarnación del Señor Vishnu conocida como Varahadeva. Por consiguiente, su hermano Hiranyakasipu, el rey de los demonios, se propuso convertirse en el emperador de todo el universo para vengar su muerte. A causa de su gran poder, él ejecutó muchas austeridades. Y sus penitencias fueron tan severas que perturbaron a los semidioses. De hecho, los semidioses pidieron al Señor Brahma que lo detuviese. Entonces el jefe de los semidioses, el Señor Brahma, descendió para pacificarlo concediéndole una bendición de su elección.
"Por favor, concédeme que nunca sea muerto por ninguna entidad viviente" –pidió Hiranyakasipu; "que yo no muera ni dentro ni fuera de ninguna residencia, ni de día ni de noche, ni en la tierra ni en el cielo; que yo no sea muerto por ninguna creación tuya, ni por arma alguna, ni por hombre o animal alguno. Que yo no conozca la muerte por ninguna entidad viviente, sea móvil o inmóvil. Que yo no tenga rival; que yo sea el único dominador por sobre todas las entidades y deidades superintendentes, y que yo adquiera todos los poderes místicos."
Después de que Brahma le concediera todos esos pedidos, Hiranyakasipu, conquistó muy rápidamente todos los planetas del universo, y tomó por residencia el palacio del Señor Indra, el rey de los semidioses, forzando a todos a inclinarse ante sus pies. Él inclusive robaba las oblaciones hechas a los semidioses. Intoxicado físicamente por el vino y mentalmente por el poder, Hiranyakasipu gobernó el universo muy duramente.
Durante esta época, su reina, Kayadhu, le dio un hijo llamado Prahlada. Él era el reservorio de todas las cualidades trascendentales pues era un devoto puro del Señor Vishnu. Determinado a entender a la Verdad Absoluta, él tenía completo control de todos sus sentidos y mente, él era muy bondadoso con todas las entidades vivientes y el mejor amigo de todos. Con las personas respetables se comportaba justamente como un siervo pacífico, para los pobres él era como un padre, y para el resto era siempre como un simpático hermano. Siempre muy humilde, él consideraba a sus profesores y maestros espirituales tan buenos como el proprio Señor. Él estaba completamente libre de orgullo, aun habiendo nacido en medio de la riqueza, la belleza y la aristocracia.
Hiranyakasipu quería educar a su hijo como un poderoso demonio, más Prahlada solamente quería aprender sobre el servicio devocional al Señor Vishnu. Después de que el pequeño Prahlada hubiera frecuentado la escuela por algún tiempo, Hiranyakasipu lo puso en su regazo y afectuosamente le pidió –mi querido hijo, por favor dime, cuál es tu tema favorito en la escuela?
Sin miedo, Prahlada dijo: "Oír (sravanam) y cantar (kirtanam) los santos nombres, formas, cualidades, parafernalia, y pasatiempos del Señor Supremo; acordándose (smaranam) de ellos; sirviendo los pies de loto del Señor (pada-sevanam); ofreciendo al Señor respetuosas reverencias y adoración en sus dieciséis tipos de parafernalia (arcanam); ofreciendo oraciones al Señor (vandanam); tornándose Su siervo (dasyam); considerando al Señor como el mejor amigo (sakhyam); y rindiéndose a Él (atma-nivedanam, en otras palabras, sirviéndolo con su cuerpo, mente y palabras). Estos nueve procesos son conocidos como servicio devocional puro, y yo considero a cualquiera que se haya dedicado al servicio del Señor Vishnu, a través de estos nueve métodos, como la persona más erudita por haber adquirido conocimiento completo."
Ciego de odio, Hiranyakasipu lanzó a Prahlada de su regazo al piso. "Siervos! Llévenselo de aquí y mátenlo de una vez!" –gritó él. Sin embargo, Prahlada se sentó en silencio y meditó en la Personalidad de Dios, y las armas de los demonios no tenían efecto en él. Viendo esto Hiranyakasipu tuvo miedo y planeo diversos métodos para matar a su hijo. Sus siervos lanzaron a Prahlada bajo las patas de un elefante; lo tiraron en medio de venenosas cobras; le lanzaron muchos hechizos; también lo arrojaron de la cima de una montaña; le dieron veneno; lo dejaron pasar hambre; lo expusieron al frío intenso, y al fuego y al agua; y le arrojaron grandes piedras para aplastarlo.
Entonces, Hiranyakasipu envió a su hermana, Holika, a quemarlo, más fue ella la que resultó quemada. A pesar de todo Prahlada estaba siempre absorto en pensar en Vishnu, y así, él permaneció sano y salvo. Hiranyakasipu se intranquilizó mucho pensando en cuál sería su próximo plan. "Tú dices que hay un ser superior a mí" –dijo Hiranyakasipu– "pero dónde está Él? Si Él está presente en todas partes, entonces por qué no está presente en esta columna frente a ti? Tú crees que Él está en esta columna?" Si, –respondió Prahlada.
La ira de Hiranyakasipu crecía más y más. "Por decir cosas sin sentido, cortaré la cabeza de tu cuerpo. Ahora déjame ver a tu más adorable Señor protegiéndote. Quiero verlo!" Maldiciéndolo cada vez más, Hiranyakasipu tomó su espada, se levantó de su trono y con gran furia golpeo primero en medio de la columna. Entonces, del medio del pilar que él acababa de golpear apareció una maravillosa forma mitad hombre, mitad león, nunca vista antes (Nrsimhadeva). La forma del Señor era extremadamente bella a causa de Sus ojos furiosos, los cuales se asemejaban a oro fundido; Su melena brillante, la cual expandía la refulgencia de Su temerosa cara; Sus dientes fatales; y Su lengua afilada como una navaja.
El Señor Nrsimha entonces combatió con Hiranyakasipu. Finalmente, lo capturó y lo colocó en Su regazo, en la puerta de entrada a su palacio y lo cortó en pedazos con algunas de Sus muchas manos y poderosas uñas. La boca del Señor Nrsimha y Su melena se regaron con gotas de sangre, y Sus feroces ojos, llenos de furia, eran imposibles de mirar. Lamiendo el borde de Su boca con la lengua, el Supremo Señor, se adornó a Sí mismo con una guirnalda hecha con los intestinos de Hiranyakasipu. El Señor Nrsimha le arrancó el corazón y finalmente destruyó al ejercito compuesto por sus seguidores.
Por Su inteligencia trascendental, el Señor Nrsimhadeva, fue capaz de matar a Hiranyakasipu sin contradecir ninguna de las bendiciones dadas por el Señor Brahma. La ejecución no fue realizada ni dentro ni fuera de su residencia, sino en la entrada; ni en la tierra ni en el cielo, sino sobre el regazo del Señor; ni durante el día, ni durante la noche, sino en el crepúsculo; ni por hombre, bestia o semidiós, ni por cualquier ser creado, sino por la Suprema Personalidad de Dios; ni por arma alguna, sino por las manos de loto del Señor, aliviando así a todo el universo de las actividades demoníacas de Hiranyakasipu.
Habiendo sido protegido, Prahlada Maharaja ofreció al Señor muchas oraciones con la voz embargada de amor: "Mi querido Señor Nrsimhadeva, por favor, permite que Tu furia diminuya, ahora que mi demoníaco padre Hiranyakasipu ha muerto... [Las personas santas] siempre recordaran Tu bella y auspiciosa encarnación para librarlos del temor. Del mismo modo en que apareciste en variadas encarnaciones, como un ser humano, como un animal; como un gran santo, como un semidiós, un pez o una tortuga; en diferentes sistemas planetarios, para mantener Tu creación, matando los principios demoníacos."
Ver "El Srimad-Bhagavatam", 7.1-10.
Hiranyaksa fue muerto por la encarnación del Señor Vishnu conocida como Varahadeva. Por consiguiente, su hermano Hiranyakasipu, el rey de los demonios, se propuso convertirse en el emperador de todo el universo para vengar su muerte. A causa de su gran poder, él ejecutó muchas austeridades. Y sus penitencias fueron tan severas que perturbaron a los semidioses. De hecho, los semidioses pidieron al Señor Brahma que lo detuviese. Entonces el jefe de los semidioses, el Señor Brahma, descendió para pacificarlo concediéndole una bendición de su elección.
"Por favor, concédeme que nunca sea muerto por ninguna entidad viviente" –pidió Hiranyakasipu; "que yo no muera ni dentro ni fuera de ninguna residencia, ni de día ni de noche, ni en la tierra ni en el cielo; que yo no sea muerto por ninguna creación tuya, ni por arma alguna, ni por hombre o animal alguno. Que yo no conozca la muerte por ninguna entidad viviente, sea móvil o inmóvil. Que yo no tenga rival; que yo sea el único dominador por sobre todas las entidades y deidades superintendentes, y que yo adquiera todos los poderes místicos."
Después de que Brahma le concediera todos esos pedidos, Hiranyakasipu, conquistó muy rápidamente todos los planetas del universo, y tomó por residencia el palacio del Señor Indra, el rey de los semidioses, forzando a todos a inclinarse ante sus pies. Él inclusive robaba las oblaciones hechas a los semidioses. Intoxicado físicamente por el vino y mentalmente por el poder, Hiranyakasipu gobernó el universo muy duramente.
Durante esta época, su reina, Kayadhu, le dio un hijo llamado Prahlada. Él era el reservorio de todas las cualidades trascendentales pues era un devoto puro del Señor Vishnu. Determinado a entender a la Verdad Absoluta, él tenía completo control de todos sus sentidos y mente, él era muy bondadoso con todas las entidades vivientes y el mejor amigo de todos. Con las personas respetables se comportaba justamente como un siervo pacífico, para los pobres él era como un padre, y para el resto era siempre como un simpático hermano. Siempre muy humilde, él consideraba a sus profesores y maestros espirituales tan buenos como el proprio Señor. Él estaba completamente libre de orgullo, aun habiendo nacido en medio de la riqueza, la belleza y la aristocracia.
Hiranyakasipu quería educar a su hijo como un poderoso demonio, más Prahlada solamente quería aprender sobre el servicio devocional al Señor Vishnu. Después de que el pequeño Prahlada hubiera frecuentado la escuela por algún tiempo, Hiranyakasipu lo puso en su regazo y afectuosamente le pidió –mi querido hijo, por favor dime, cuál es tu tema favorito en la escuela?
Sin miedo, Prahlada dijo: "Oír (sravanam) y cantar (kirtanam) los santos nombres, formas, cualidades, parafernalia, y pasatiempos del Señor Supremo; acordándose (smaranam) de ellos; sirviendo los pies de loto del Señor (pada-sevanam); ofreciendo al Señor respetuosas reverencias y adoración en sus dieciséis tipos de parafernalia (arcanam); ofreciendo oraciones al Señor (vandanam); tornándose Su siervo (dasyam); considerando al Señor como el mejor amigo (sakhyam); y rindiéndose a Él (atma-nivedanam, en otras palabras, sirviéndolo con su cuerpo, mente y palabras). Estos nueve procesos son conocidos como servicio devocional puro, y yo considero a cualquiera que se haya dedicado al servicio del Señor Vishnu, a través de estos nueve métodos, como la persona más erudita por haber adquirido conocimiento completo."
Ciego de odio, Hiranyakasipu lanzó a Prahlada de su regazo al piso. "Siervos! Llévenselo de aquí y mátenlo de una vez!" –gritó él. Sin embargo, Prahlada se sentó en silencio y meditó en la Personalidad de Dios, y las armas de los demonios no tenían efecto en él. Viendo esto Hiranyakasipu tuvo miedo y planeo diversos métodos para matar a su hijo. Sus siervos lanzaron a Prahlada bajo las patas de un elefante; lo tiraron en medio de venenosas cobras; le lanzaron muchos hechizos; también lo arrojaron de la cima de una montaña; le dieron veneno; lo dejaron pasar hambre; lo expusieron al frío intenso, y al fuego y al agua; y le arrojaron grandes piedras para aplastarlo.
Entonces, Hiranyakasipu envió a su hermana, Holika, a quemarlo, más fue ella la que resultó quemada. A pesar de todo Prahlada estaba siempre absorto en pensar en Vishnu, y así, él permaneció sano y salvo. Hiranyakasipu se intranquilizó mucho pensando en cuál sería su próximo plan. "Tú dices que hay un ser superior a mí" –dijo Hiranyakasipu– "pero dónde está Él? Si Él está presente en todas partes, entonces por qué no está presente en esta columna frente a ti? Tú crees que Él está en esta columna?" Si, –respondió Prahlada.
La ira de Hiranyakasipu crecía más y más. "Por decir cosas sin sentido, cortaré la cabeza de tu cuerpo. Ahora déjame ver a tu más adorable Señor protegiéndote. Quiero verlo!" Maldiciéndolo cada vez más, Hiranyakasipu tomó su espada, se levantó de su trono y con gran furia golpeo primero en medio de la columna. Entonces, del medio del pilar que él acababa de golpear apareció una maravillosa forma mitad hombre, mitad león, nunca vista antes (Nrsimhadeva). La forma del Señor era extremadamente bella a causa de Sus ojos furiosos, los cuales se asemejaban a oro fundido; Su melena brillante, la cual expandía la refulgencia de Su temerosa cara; Sus dientes fatales; y Su lengua afilada como una navaja.
El Señor Nrsimha entonces combatió con Hiranyakasipu. Finalmente, lo capturó y lo colocó en Su regazo, en la puerta de entrada a su palacio y lo cortó en pedazos con algunas de Sus muchas manos y poderosas uñas. La boca del Señor Nrsimha y Su melena se regaron con gotas de sangre, y Sus feroces ojos, llenos de furia, eran imposibles de mirar. Lamiendo el borde de Su boca con la lengua, el Supremo Señor, se adornó a Sí mismo con una guirnalda hecha con los intestinos de Hiranyakasipu. El Señor Nrsimha le arrancó el corazón y finalmente destruyó al ejercito compuesto por sus seguidores.
Por Su inteligencia trascendental, el Señor Nrsimhadeva, fue capaz de matar a Hiranyakasipu sin contradecir ninguna de las bendiciones dadas por el Señor Brahma. La ejecución no fue realizada ni dentro ni fuera de su residencia, sino en la entrada; ni en la tierra ni en el cielo, sino sobre el regazo del Señor; ni durante el día, ni durante la noche, sino en el crepúsculo; ni por hombre, bestia o semidiós, ni por cualquier ser creado, sino por la Suprema Personalidad de Dios; ni por arma alguna, sino por las manos de loto del Señor, aliviando así a todo el universo de las actividades demoníacas de Hiranyakasipu.
Habiendo sido protegido, Prahlada Maharaja ofreció al Señor muchas oraciones con la voz embargada de amor: "Mi querido Señor Nrsimhadeva, por favor, permite que Tu furia diminuya, ahora que mi demoníaco padre Hiranyakasipu ha muerto... [Las personas santas] siempre recordaran Tu bella y auspiciosa encarnación para librarlos del temor. Del mismo modo en que apareciste en variadas encarnaciones, como un ser humano, como un animal; como un gran santo, como un semidiós, un pez o una tortuga; en diferentes sistemas planetarios, para mantener Tu creación, matando los principios demoníacos."
Ver "El Srimad-Bhagavatam", 7.1-10.